¡Hola amiguitos y amiguitas de Paulina Cocina! Hoy hablamos sobre la tarta Alaska. Y sí, ya el nombre seguro los lleva a pensar en paisajes nevados y contrastes sorprendentes. Porque este postre es precisamente eso: una deliciosa paradoja.
Imaginen por un momento: un corazón helado (seguramente conocen a alguien así), abrazado por una capa de merengue suave y dulce que luego se tuesta hasta alcanzar un dorado glorioso. ¿Magia?, no, ¡arte culinario!
Hoy vamos a meternos de lleno en el universo de la tarta Alaska. Develaremos sus misterios, y compartiremos algunos trucos clave para no fallar en el intento. Cómo lograr el merengue perfecto y, por supuesto, al final dejamos la receta paso a paso para preparar esta tarta en casa y sorprender a tu suegra con un postre digno de aplausos.
Tabla de Contenidos
Sobre la Tarta Alaska
La tarta Alaska, también llamada tarta noruega, tortilla noruega, o baked Alaska, es un postre que combina capas de bizcocho, helado y merengue.
Esta maravilla que juega con el frío y el calor, es mucho más que un simple postre. Es una experiencia, un desafío para el que lo prepara, pero una fiesta para el paladar.
- La base de este postre suele ser un bizcocho casero, aunque a veces se usan galletas o incluso una plancha de brownie.
Sobre la base se coloca un helado, el verdadero protagonista que debe permanecer helado a pesar del paso fugaz por el horno o el abrazo flamígero del soplete. Luego viene la capa estrella: el merengue suizo.
El merengue es como un manto blanco y esponjoso que lo cubre todo, actuando como un aislante térmico sorprendente. Y el broche de oro es ese dorado, ese toque de calor que carameliza el merengue, creando un contraste de temperaturas y texturas que caracteriza a la tarta Alaska.
Historia de la tarta Alaska: un homenaje congelado
Aunque su nombre nos transporte a paisajes helados, la historia de la tarta Alaska es un poco más cálida y tiene sus raíces en el siglo XIX.
Se dice que su creación se atribuye al chef francés Charles Ranhofer del famoso restaurante Delmonico’s, en Nueva York, alrededor de 1876.
- Se cree que el nombre fue en conmemoración de la reciente adquisición de Alaska por parte de los Estados Unidos. ¡Un postre conmemorativo!
Originalmente, se conocía como “Baked Alaska” o “Alaska Florida“, haciendo referencia al contraste entre el frío del helado y el calor del merengue horneado. Con el tiempo, el nombre se simplificó a tarta Alaska, que en los 70 y 80 se convirtió en postre de restaurante elegante, y ahora vive entre quienes aman los postres con helado.
Características de la tarta Alaska: una diva de la pastelería
- El contraste de temperaturas: Esta es, sin duda, la característica más distintiva de la tarta Alaska. La sorpresa de encontrar un corazón helado bajo una capa de merengue caliente y dorado es simplemente genial.
- La textura dual: No sólo las temperaturas contrastan en la tarta Noruega, sino también las texturas. La cremosidad del helado se funde en la boca, mientras que el merengue ofrece una dulzura aireada y ligeramente crujiente en las puntas doradas.
- El espectáculo visual: Una tarta Alaska bien hecha es una fiesta para los ojos. Esa montaña de merengue blanco inmaculado, que luego se transforma con el dorado del horno, la llama del soplete, o haciendo un poco de show, al estilo tortilla noruega flambeada.
- La versatilidad del helado: La elección del sabor del helado es personal. Vainilla clásica, chocolate intenso, frutilla, o hasta helado de dulce de leche. La tarta Alaska admite casi cualquier sabor. De todos modos, un consejo es evitar helados muy aireados, livianos o con mucha agua, ya que tienden a derretirse más rápido.
- El merengue protector: El merengue no es sólo una capa bonita; es el escudo que protege al helado del calor. Su estructura aireada actúa como un aislante, permitiendo que el interior permanezca congelado mientras el exterior se dora. La clave de la tarta Alaska, está en un buen merengue italiano o merengue suizo, bien firme.
- El toque final: Ya sea con un horneado rápido o con la precisión de un soplete de cocina, el dorado del merengue añade un sabor caramelizado sutil y una textura ligeramente crujiente que eleva el postre Alaska a otro nivel.
- Un postre con historia: Como ya vimos, la historia de la tarta Alaska le añade un encanto especial. Saber que estamos disfrutando de una creación con más de un siglo de vida, le da un toque nostálgico y tradicional.
7 Tips y secretos para una tarta Alaska perfecta
- Usar helado bien congelado: Antes de armar la torta, asegúrate de que el helado esté lo más firme posible. Cuanto más duro, menos riesgo de que se derrita al dorar el merengue.
- Elegir helado denso y graso: Los helados con buena cantidad de grasa y poca agua aguantan mejor el calor. Evitá los muy aireados, tipo light o frutales al agua.
- Capa de merengue gruesa: El merengue tiene que envolver completamente el helado y la base, con una capa generosa. Es lo que lo aísla del calor.
- Tiempo de horneado o uso del soplete breve, solo lo justo para dorar el merengue.
- Usá merengue italiano o suizo: Al elegir el tipo de merengue para la torta Alaska, considera el italiano o suizo, ambos son estables y más firmes que el francés, además no se bajan tan fácil.
- ¿Horno o soplete? El horno da un dorado parejo, pero hay que controlar bien el tiempo. El soplete es más rápido y permite evitar que el helado se derrita.
- Truco para un merengue bien firme: Disolver bien el azúcar (al baño María o con almíbar) y batir a velocidad alta hasta lograr picos firmes y brillantes. Esa textura es clave para que no se desarme.
4 Ideas de acompañamientos para la tarta Alaska
- Salsas de frutas: Una salsa de frutos rojos, de mango o de maracuyá puede aportar un contraste ácido y refrescante que equilibra la dulzura del merengue y la cremosidad del helado.
- Virutas de chocolate: Un poco de chocolate rallado o unas virutas crujientes añaden una textura extra y un toque de sabor que siempre es bienvenido en la tarta alaska.
- Frutos secos caramelizados: Unos trozos de almendras, nueces o avellanas caramelizadas pueden aportar un contraste crujiente y un sabor tostado delicioso.
- Un chorrito de licor: Para una versión de tortilla noruega flambeada, se puede rociar con un poco de licor (como un brandy o un ron) sobre el merengue antes de flambearlo en la mesa. ¡Un espectáculo y un sabor extra!
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Receta de Tarta Alaska
Rinde: 8 porciones
Tiempo de preparación: 45 minutos
Ingredientes
- 1 bizcocho redondo de unos 20 cm de diámetro y 2 cm de grosor (comprado o casero)
- 1 litro de helado firme (vainilla, crema americana o similar)
- 4 claras de huevo (a temperatura ambiente)
- 250g de azúcar
- 75 ml de agua
- 1 cdta. de zumo de limón o 1/4 cdta. de cremor tártaro
Cómo hacer tarta alaska paso a paso
- Colocar el bizcocho en una fuente resistente al horno. Cubrirlo con una capa generosa y uniforme de helado. Se le puede dar forma de semiesfera, rectangular o simplemente dejarlo plano.
- Llevar al congelador por al menos 2 horas, o hasta que el helado esté completamente firme. Este paso es crucial para que no se derrita al dorar el merengue.
- Para preparar el merengue, mezclar el azúcar y el agua en una cacerola pequeña. Llevar a ebullición a fuego medio, sin remover, hasta que alcance una temperatura de 118-120°C (punto de bola blanda). Se puede comprobar el punto echando una gotita en agua fría; si se forma una bola blanda y manipulable, está listo.
- Mientras el almíbar se calienta, batir las claras con el zumo de limón o el cremor tártaro a velocidad media-alta hasta que formen picos suaves.
- Cuando el almíbar esté listo, verterlo en forma de hilo lentamente sobre las claras batidas, sin dejar de batir a velocidad alta. Continuar batiendo hasta que el merengue esté firme, brillante y completamente frío. Esto puede llevar unos 5-10 minutos.
- Sacar la base de bizcocho y helado del congelador. Cubrir completamente con el merengue italiano, cuidando que no quede ninguna parte del helado al descubierto.
- Para dorar el merengue con horno: precalentarlo a temperatura máxima (grill o función gratinar). Introducir la tarta Alaska y hornear durante 1-2 minutos, vigilando de cerca para que el merengue se dore pero no se queme. Para hacerlo con soplete pasar la llama directa del soplete de cocina por toda la superficie del merengue hasta que esté dorado a gusto.
- Servir la tarta Alaska inmediatamente o llevar nuevamente al frío hasta el momento de consumir.