En Paulina Cocina somos fans de los manjares del mar, y la centolla patagónica se lleva todos los aplausos.
El protagonista de hoy es un crustáceo que habita en las aguas frías del Canal Beagle, en Tierra del Fuego. Es uno de los productos más emblemáticos y codiciados de la gastronomía argentina.
A menudo, cuando pensamos en la centolla de Ushuaia, nos imaginamos un plato de lujo, reservado para ocasiones especiales.
Y si bien se trata de producto premium, saber cómo cocinar centolla en casa nos abre un mundo de posibilidades para disfrutarla sin necesidad de viajar al fin del mundo.
Tabla de Contenidos
Sobre la Centolla
La centolla patagónica es un verdadero lujo del mar austral. De carne blanca, delicada y ligeramente dulce, se presenta como el ingrediente estrella de la cocina fueguina.
Cada bocado concentra la frescura de las frías aguas del Atlántico Sur, ofreciendo una experiencia única y elegante en la mesa.
Su sabor refinado y su textura suave la convierten en una protagonista versátil: puede disfrutarse al natural, en ensaladas frescas, en sopas reconfortantes o como parte de platos más sofisticados.
Más que un marisco, la centolla patagónica es una invitación a descubrir la esencia pura y salvaje de la gastronomía del fin del mundo.
Centolla vs. cangrejo: diferencias para no confundirse
Es una pregunta clásica: ¿cuál es la diferencia entre la centolla y el cangrejo? Aunque ambos son crustáceos de diez patas, no son lo mismo. La principal diferencia visible está en su cuerpo y patas.
El primero tiene un caparazón triangular o con forma de corazón, cubierto de espinas, y sus patas son muy largas y delgadas.
El cangrejo, en cambio, suele tener un caparazón más redondeado o hexagonal y patas más cortas y robustas. En cuanto al sabor, la carne de la centolla es considerada más delicada y fina que la de la mayoría de los cangrejos.
Recomendaciones para cocinar centolla paso a paso
Cocinar centolla puede intimidar, pero con un par de trucos, el proceso es muy sencillo, ya que es similar al proceso de cocción de mariscos, Lo más importante es respetar el producto para que su sabor brille.
Si bien se puede conseguir centolla viva, esto lleva un proceso más complicado de cocción. Si no tenés práctica lo mejor es comprarla precocida y congelada, que es la forma más común de encontrarla en las pescaderías. En ese caso la cocción es simple.
- Descongelar: Lo ideal es dejarla descongelar lentamente en la heladera durante 24 horas.
- Calentar (opcional): Si se quiere comer caliente, se puede sumergir en agua hirviendo con sal por apenas 2 o 3 minutos, solo para devolverle la temperatura.
- Servir: Una vez descongelada, ya está lista para desmenuzar y usar en cualquier receta.
3 Recetas con centolla para lucirse
La versatilidad de la centolla permite crear platos increíbles, desde los más sencillos hasta los más elaborados. Aquí te dejamos tres ideas infalibles.
- Centolla al natural con salsas caseras: La forma más pura de disfrutar su sabor. Simplemente se sirve la carne fría, recién cocida y desmenuzada, acompañada de diferentes salsas. Una opción ideal es una mayonesa casera con un toque de limón o una vinagreta suave de hierbas. Es un plato que no falla como entrada.
- Chupe de centolla cremoso: Un clásico del sur que reconforta el alma. El chupe es una especie de guiso o pastel cremoso, gratinado al horno. La combinación de la carne del crustaceo con pan remojado en leche, queso parmesano y un sofrito de cebolla es simplemente espectacular. Si te gustan los platos contundentes, como una buena cazuela de mariscos, el chupe te va a encantar.
- Centolla gratinada a la parmesana: Una receta elegante y muy fácil. Se mezcla la carne de centolla desmenuzada con una salsa blanca o bechamel bien cremosa, se coloca en cazuelas individuales, o en el propio caparazón de la centolla, se cubre con abundante queso parmesano y se gratina al horno hasta que esté dorado. ¡Una delicia!
Preguntas frecuentes sobre la centolla
¿Qué parte de la centolla se come?: Se come principalmente la carne de las patas y las pinzas, que es la más abundante y sabrosa. También se aprovecha la carne que se encuentra en la unión de las patas con el cuerpo y la del interior del caparazón, conocido como “corales”, que tiene un sabor más intenso.
¿Cuánto cuesta la centolla en Argentina?: El precio varía mucho según la temporada y el lugar de compra. En Ushuaia, directamente de los pescadores, se consigue a un precio más accesible.
En las pescaderías de Buenos Aires y otras ciudades, su valor es considerablemente más alto, posicionándose como un producto gourmet. El precio por kilo puede ser elevado, pero rinde bastante.
¿Cómo saber si una centolla está fresca?: Si se la compra viva, debe moverse y tener un olor fresco al mar. Si está cocida, su carne debe ser firme, blanca y sin olores extraños. El caparazón debe tener un color rojo intenso y brillante.
Ahora sí, vamos con el paso a paso de una de las recetas más emblemáticas para disfrutar de este manjar del fin del mundo.
Y si te gusta la cocina de mar, no dejes de probar la receta de paella de marisco, la más fácil de toda la web. ¡Chau!
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Receta de chupe de centolla patagónico
Rinde: 4 – 5 porciones
Tiempo de preparación: 45 min
Ingredientes para la receta de chupe centolla
- 500g de carne de centolla cocida y desmenuzada
- 1 cebolla grande
- 2 dientes de ajo
- 1 taza de pan de molde sin corteza, remojado en leche
- 1/2 taza de vino blanco
- 1 taza de crema de leche
- 100g de queso rallado
- Ají molido (opcional)
- Aceite de oliva
- Sal
- Pimienta
Cómo hacer chupe de centolla paso a paso
- Preparar el sofrito: Picar finamente la cebolla y los dientes de ajo. En una sartén grande con un chorro de aceite de oliva, cocinar la cebolla a fuego medio hasta que esté transparente. Agregar el ajo y cocinar por un minuto más, con cuidado de que no se queme.
- Incorporar el vino: Subir el fuego y verter el vino blanco en la sartén. Dejar que el alcohol se evapore, raspando el fondo para levantar todos los sabores.
- Agregar el pan: Escurrir el pan remojado en leche y agregarlo al sofrito. Mezclar bien con una cuchara de madera, deshaciéndolo hasta formar una pasta. Cocinar por unos minutos.
- Sumar la centolla: Incorporar la carne de centolla desmenuzada a la mezcla. Salpimentar a gusto y agregar una pizca de ají molido para un toque picante.
- Añadir la cremosidad: Verter la crema de leche y la mitad del queso parmesano. Mezclar suavemente hasta que todo esté bien integrado y la preparación tome una consistencia cremosa. Retirar del fuego.
- Gratinar: Repartir la mezcla en cazuelas individuales o en una fuente para horno. Espolvorear con el resto del queso parmesano por encima.
- Hornear: Llevar a un horno precalentado a 200°C y cocinar durante unos 15-20 minutos, o hasta que la superficie esté dorada.
- Servir: Retirar del horno y dejar reposar un par de minutos antes de servir. Se puede acompañar con unas tostadas de pan de campo.