Hola amigos, ¿cómo están? Hoy, en Paulina Cocina vamos a preparar algo casero y muy especial: dulce de cayote argentino.
¡Sí, señores! Hoy vamos a preparar la receta de dulce de cayote como el de las abuelas. Ese manjar de los dioses, que nos transporta a los valles del norte argentino en cada cucharada. Muchos le tienen miedo a esta receta, porque piensan que es complicada, pero nada que ver.
Hoy vamos a ver y demostrar que hacer dulce de cayote casero es una pavada si tenemos la receta correcta (que te vamos a pasar hoy mismo). Así que prepara el mate, ponete cómodo y empecemos con esta aventura culinaria.
Sobre el Dulce de Cayote
El cayote, o alcayota, es una especie de calabaza pero parecida a una sandía por fuera, y que por dentro tiene una pulpa fibrosa que se desprende como si fuera una cabellera, de ahí que también se llame a este dulce “cabello de ángel” y “dulce de alcayota”
Es un dulce originario de América del sur y es una tradición arraigada en todo el noroeste argentino. No es sólo una receta tradicional de Salta, Jujuy y Tucumán, es parte de la cultura. Es la excusa para juntarse, el postre después de un buen asado, o el regalo que se lleva después de un viaje al Norte.
Cada familia tiene su versión, su secretito. Pero la base es siempre la misma: paciencia, amor y una buena fruta. Hoy vamos a hacer una receta de dulce de cayote que respeta esa tradición.
El procedimiento para lograr las hebras del dulce de cayote
¿Cómo logramos esas hebras perfectas y no un puré? Después de cocinar el cayote entero, hay que dejarlo enfriar, quitarle la cáscara, cortar por la mitad la pulpa y retirar las semillas.
Luego de ese proceso, lo mejor es desmenuzar el interior con las manos o con ayuda de dos tenedores, para lograr que todas las hebras se separen. Una vez obtenidas las hebras del cayote el paso siguiente es hacer la cocción del dulce.
4 Características que tiene que tener el dulce de cayote
- Color: Debe ser de un dorado ámbar, brillante y traslúcido. Si queda muy oscuro, se pasó de cocción.
- Textura: ¡Hebras, hebras y más hebras! Debe ser fibroso, no pastoso. Se tienen que poder “peinar” las fibras con el tenedor.
- Sabor: Dulce pero no empalagoso, con el sabor característico de la fruta y, si se animan, un toque cítrico del limón.
- Consistencia: Tiene que tener cuerpo, un almíbar espeso que une las hebras pero sin ser un bloque macizo.
Usos posibles del dulce de cayote casero
- Postres regionales: Es protagonista en empanadillas dulces salteñas, tucumanas o jujeñas, donde se combina con nuez y masa crujiente. Una bomba.
- Con queso: Si son del club de “dulce + queso”, como el tan querido postre vigilante, van a amar el dulce de cayote con quesillo o queso de cabra. Combo norteño imbatible.
- En tartas o tortas: Se puede usar como relleno de tartas, bizcochuelos o pastelitos dulces, para darles ese toque fibroso y carameloso.
- Con frutos secos: El dulce de cayote con nuez es una combinación exquisita por el contraste de sabores, pero también puede ir muy bien con almendras o castañas.
- Para acompañar infusiones: Va de maravilla con mate, té o café, sobre todo en tardes frescas donde uno se pone medio nostálgico.
10 Consejos finales para un dulce de cayote perfecto
- Elegir bien el cayote: Buscar uno que tenga la cáscara dura y sin golpes.
- La proporción de azúcar: La regla general es usar entre 700g y 800g de azúcar por cada kilo de pulpa obtenida. Se puede hacer con menos azúcar, pero puede requerir más cocción y algún espesante extra.
- Paciencia en la cocción: Fuego bajo y revolver de vez en cuando con cuchara de madera para que no se pegue.
- El punto justo: Para saber si está listo se pasa la cuchara por el fondo de la olla y, si tiene forma un caminito que tarda en cerrarse.
- Un toque de limón: El ácido del limón ayuda a que el dulce no se cristalice y se conserve mejor.
- Esterilizar los frascos: Fundamental para una buena conservación. Se pueden hervir o esterilizar en microondas.
- Envasado en caliente: Llenar (no hasta arriba de todo) los frascos con el dulce recién hecho, cerrarlos bien y darlos vuelta sobre un repasador hasta que se enfríen. Esto crea un vacío natural.
- Dejar reposar: El dulce está más rico después de unos días, cuando los sabores se asientan.
- Maridaje perfecto: La combinación imbatible es con un buen quesillo y nueces.
- Conservación: El dulce de cayote se conserva, como cualquier mermelada casera, bien tapado en un lugar fresco y seco, donde puede permanecer alrededor de 6 meses. Una vez abierto hay que guardarlo en la heladera y puede mantenerse fresco por 2 o 3 semanas.
Receta de Dulce de Cayote casero
Rinde: 2 frascos medianos
Tiempo de preparación: 40 minutos
Tiempo de cocción: 1 hora y 30 minutos aprox.
Ingredientes para el dulce de cayote
- 1 cayote mediano (de unos 2-3 kg)
- Azúcar (calcular 800g por cada kg de pulpa)
- Jugo de 1 limón
- Cáscara de 1/2 limón (solo la parte amarilla)
- Opcional: 1 puñado de nueces
Cómo hacer dulce de cayote paso a paso
- Cocinar el cayote en una bandeja de horno a temperatura media (180°C) por unos 30-40 minutos. Dejar enfriar.
- Una vez frío, retirar la cáscara (sale fácil con las manos), cortar y sacarle todas las semillas. Luego, con la ayuda de dos tenedores, empezar a separar las hebras de la pulpa.
- Poner la pulpa (si es posible pesar, para mayor precisión en la mezcla) junto el azúcar en una olla, con el jugo y la cáscara del limón.
- Llevar a fuego medio-bajo y cocinar, revolviendo de vez en cuando con cuchara de madera, hasta que el dulce tome un color dorado y el almíbar esté espeso. Este proceso tarda entre 1 y 2 horas.
- Para saber si está, colocar una cucharadita de dulce en un plato frío, si no se desparrama, está listo. Si se quieren agregar nueces, este es el momento. Cocinar 5 minutos más.
- Retirar la cáscara de limón. Con el dulce aún caliente, rellenar los frascos esterilizados, cerrar bien y dejarlos boca abajo hasta que se enfríen.
