Cuando llegan las fiestas o una ocasión especial, todos pensamos lo mismo: ¿qué preparamos que sea rico, elegante, pero rendidor y que parezca sacado de un restaurante? Bueno, acá venimos a pasarte una receta perfecta: la pularda rellena.
Es un plato que combina lo mejor del sabor casero con un toque gourmet, ideal para cuando queremos algo rico sin complicarnos demasiado.
Preparar una pularda rellena al horno puede sonar intimidante, pero nada más lejos de la realidad. Con esta guía paso a paso, vas a ver que es mucho más sencillo de lo que parece.
Te vamos a contar qué es exactamente una pularda, cómo elegirla, ideas de presentación y hasta qué hacer con las sobras. Vamos a desvelar todos los secretos para que la carne quede tierna y jugosa por dentro, y la piel dorada y crujiente por fuera.
Tabla de Contenidos
Sobre la receta de Pularda Rellena
Antes de meternos en faena, es importante aclarar algunas dudas. ¿Qué es exactamente una pularda y qué la diferencia de un pollo normal?
Una pularda es una gallina joven que tiene una carne mucho más tierna, jugosa y con un sabor más fino y delicado que el del pollo común.
Por su tamaño y la calidad de su carne, es la candidata perfecta para asar entera y, por supuesto, para rellenar. Es parecida al capón, pero un poco más pequeña y con una textura más delicada.
La pularda es la elegida hoy porque tiene ese equilibrio entre elegancia y sabor casero que nos encanta. Es el típico plato que podés servir en Navidad, Año Nuevo o un domingo especial, y todos van a preguntar cómo lo hiciste.
Cómo preparar una pularda rellena y jugosa
El alma de una buena pularda rellena es su relleno. Aquí es donde podemos ponernos creativos. La combinación clásica de carnes, frutos secos y un toque dulce de frutas como la manzana o los orejones es simplemente de otra categoría.
En esta receta, vamos a usar una mezcla de carne picada, foie, manzana y frutos secos que le da una jugosidad y un sabor increíbles.
(Un truco que no falla: saltear la carne con cebolla y ajo hasta que esté bien dorada. Después, mezclar con los demás ingredientes fuera del fuego para que la manzana conserve su frescura y los frutos secos no se pasen).
Cuando rellenes la pularda, lo vas a hacer con cariño y sin apretar demasiado. Si se compacta mucho, puede perder jugosidad durante la cocción. Y no olvides salpimentar tanto por dentro como por fuera
Variaciones y otras ideas para tu pularda rellena
Aunque esta receta es un clásico, el mundo de las aves rellenas es inmenso. Si te animas a experimentar, puedes probar otras combinaciones. Para una celebración, un pavo relleno al horno es otra opción fantástica y de mayor tamaño. Y para algo más manejable pero igual de delicioso, un pollo relleno siempre es un acierto.
El relleno también admite muchas variantes. Puedes usar otras carnes como salchicha fresca, añadir diferentes frutos secos como nueces o almendras, o incluso darle un toque más exótico con dátiles y especias como la canela.
La clave es mantener un equilibrio entre lo salado de la carne, lo dulce de las frutas y lo crujiente de los frutos secos.
Por qué la receta de pularda rellena es infalible
- Plato principal de celebración: Es la estrella de cualquier mesa navideña o evento especial.
- Sabor gourmet: La combinación de la carne tierna de la pularda con un relleno complejo y aromático es una experiencia única.
- Sorprendentemente fácil: Aunque parece un plato muy elaborado, la mayor parte del trabajo la hace el horno.
- Muy vistosa: Servir una pularda entera, dorada y trinchada en la mesa es un espectáculo.
Esperamos que te animes a preparar esta receta de pularda rellena. Es un plato que, aunque requiere su tiempo, recompensa con un sabor y una presencia en la mesa que harán de cualquier comida un recuerdo inolvidable.
Si te gustan las aves al horno, no dejes de probar nuestro clásico pollo al horno, una receta infalible para cualquier día de la semana.
Aquí viene la parte divertida. Con calma y buena música, el proceso es un disfrute. Esta receta de pularda rellena se divide en dos partes principales: preparar el relleno y asar la pularda.
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Pularda rellena al horno paso a paso
Rinde: 6-8 porciones
Tiempo de preparación: 45 minutos
Tiempo de cocción: 2 horas y 15 minutos
Ingredientes principales
- 1 pularda de unos 2 kg o pollo grande, limpia y sin vísceras
- Sal
- Pimienta
- 50 ml de coñac, brandy, o vino blanco
- ½ litro de caldo de pollo
- Aceite de oliva
Ingredientes para el relleno
- 250g de carne picada (mitad cerdo, mitad ternera)
- 1 manzana verde, pelada y cortada en daditos
- 50g de orejones de albaricoque, picados
- 50g de ciruelas pasas sin hueso, picadas
- 40g de nueces, o almendras
- 1 cebolla pequeña, picada muy fina
- 2 dientes de ajo, picados
- Aceite de oliva
- 6 cebollas
- Sal
- Pimienta
- 1 pizca de nuez moscada
Cómo hacer pularda rellena paso a paso
- Preparar el relleno: En una sartén grande, pochar la cebolla y el ajo con un chorrito de aceite de oliva hasta que estén transparentes. Subir el fuego, añadir la carne picada, desmenuzándola con una cuchara de madera.
- Mezclar los ingredientes del relleno: Cuando la carne haya cambiado de color, retirarla del fuego y ponerla en un bol grande. Añadir la manzana en daditos, los orejones, las ciruelas pasas, y los piñones. Salpimentar y añadir una pizca de nuez moscada. Mezclar todo suavemente hasta que los ingredientes estén bien integrados.
- Rellenar la pularda: Salpimentar generosamente tanto el interior como el exterior de la pularda. Introducir el relleno, presionando ligeramente pero sin compactar en exceso.
- Coser y atar la pularda: Coser la abertura de la pularda con hilo de cocina para que no se salga el relleno. También se pueden usar un par de palillos. Atar las patas juntas para que mantenga la forma durante el asado.
- Sellar y preparar para el horno: Colocar la pularda en una fuente de horno, junto con las cebollas cortadas rústicamente en cuartos. Rociar la pularda con un buen chorro de aceite de oliva y masajearla para que quede bien impregnada. Esto ayudará a que la piel quede crujiente.
- El horneado: Precalentar el horno a 200°C. Introducir la pularda y hornear durante 15 minutos para que la piel se dore. Pasado este tiempo, bajar la temperatura a 170°C, regar la pularda con el coñac y continuar el asado durante aproximadamente 2 horas. El tiempo exacto dependerá del peso del ave (calcular unos 50-60 minutos por kilo).
- Regar durante el asado: Cada 30 minutos, es importante regar la pularda con sus propios jugos que irá soltando en la bandeja y, si fuera necesario, con el caldo de pollo (tenerlo caliente). Esto es clave para que la carne no se seque y quede muy jugosa. Si se ve que la piel se dora demasiado rápido, se puede cubrir con papel de aluminio.
- Comprobar la cocción y reposar: Para saber si está lista, pinchar la parte más gruesa del muslo. Si los jugos salen claros y no rosados, la pularda está cocida. Sacarla del horno, cubrirla con papel de aluminio y dejarla reposar durante 15 minutos antes de cortar
- Preparar la salsa: Mientras reposa, se puede preparar una salsa con los jugos de la bandeja. Desglasar la fuente con un poco de caldo de pollo o vino blanco, raspar el fondo y colar la salsa. Se puede espesar ligeramente calentándola con un poco de maicena disuelta en agua fría, si se desea.
Preguntas frecuentes sobre la pularda rellena
¿Puedo preparar la pularda rellena con antelación?
Sí, puedes dejarla rellena y atada en la nevera desde el día anterior. Sácala del frigorífico una hora antes de hornearla para que se atempere. Esto ayuda a que la cocción sea más uniforme.
¿Qué guarniciones le van bien?
Un puré de patatas cremoso, unas patatas asadas en la misma bandeja, una compota de manzana o un salteado de setas son acompañamientos perfectos. Una ensalada de hojas verdes con granada también aporta un contrapunto fresco muy agradable.
¿Y si me sobra? ¿Cómo la conservo?
Lo que sobre se puede guardar en un recipiente hermético en la nevera hasta 3 días. La carne fría de la pularda está deliciosa en sándwiches o para preparar una ensalada. ¡Es un manjar!