“Ponele Salsa Verde” podría ser, quizás, la frase más escuchada en la historia gastronómica del mundo.
Ponele no de echar, no de “servilo con salsa verde”. Ponele de ponerle un nombre. Un nombre para la salsa que creaste.
¿Salsa con perejil? Ponele salsa verde.
¿Salsa con espinacas? Ponele salsa verde.
¿Con chiles verdes? Y bue, ponele salsa verde.
Salsa holandesa con hierbas, ¿cómo le decimos? Ya lo tengo: Salsa Verde.
Muchachos, el verde es uno de los colores más comunes en lo que comemos. ¿No tenían otra idea?, ¿Tan cansados estaban? Con lo lindo que es inventar palabras. Y con lo lindas que son las historias de las palabras.
La salsa golf, sin ir más lejos. Se llama así porque su supuesto creador la hizo por primera vez en el Golf Club de Mar del Plata. ¿Le puso “salsa naranjita pálido”? No. Se copó. Nos tiró una onda. La salsa es espantosa pero el nombre tiene punch, no lo podemos negar.
Los creadores de las múltiples salsas verdes eran gente vaga, cocineros de poco ingenio verbal. Es así que hoy se llama salsa verde casi a cualquier cosa blanduzca de ese color.
¿Cómo hacer salsa verde? La respuesta a esta pregunta es otra pregunta: ¿qué salsa verde?
A pesar de esto, cada uno de nosotros tiene en la cabeza una salsa verde y no otra. Los mexicanos tendrán una de tomate verde y cilantro con la que acompañan tacos y quesadillas. Yo tengo esta, la salsa verde vasca, ideal para pescados pero también interesante con carnes.
Aquí les enseño cómo hacer salsa verde en 5 pasos sencillos, presten atención:
Ingredientes
sencillito
- 2 dientes de ajo
- 1/2 cebolla
- Perejil picado (bastante, una media taza)
- 1 cda. de harina
- 1/2 vaso de vino
- 2 tazas de caldo de pescado
- Aceite
- Sal y Pimienta
Cómo hacer salsa verde
más sencillito aún
1. Picar la cebolla y el ajo. Bien picaditos.
2. Rehogar ambos en aceite, a fuego medio, hasta que la cebolla esté transparente.
3. Agregar la cucharada de harina. Remover durante un minuto, hasta que la harina quede tostada. Este paso es imprescindible. De otra manera la salsa verde espesará pero quedará con sabor a harina cruda. Es lo mismo que pasa en una receta de salsa blanca o bechamel.
4. Agregar el vino y remover unos minutos, hasta que se haya evaporado el alcohol. Podés darte cuenta de esto porque deja de salir olor a alcohol. El vino en una salsa se evaporó en el momento en que pensás “menos mal, creí que la había cagado”. Ahí es hora de pasar al paso siguiente.
5. Incorporar el caldo y el perejil picado. Remover hasta que quede bien disuelta la harina. La salsa espesará. Cocinar unos minutos más hasta que esté como queramos. Depende de lo que cocinemos, es común poner en esta etapa la carne o pescado en la salsa y que se termine de cocinar así.
Aquí una foteli de mi salsa verde
en su versión con albóndigas de pescado
Mirá acá la receta de Albóndigas de pescado en salsa verde.