¡Hola a todos y bienvenidos al mundo de las recetas con limón!, un ingrediente que no sólo sirve para rociar arriba de una milanesa o preparar una limonada, sino que se pueden hacer un montón de platos con limón con ese toque cítrico que tanto nos gusta.
Hoy tenemos una recopilación fresca, chispeante y algo ácida – como todas las buenas comidas con limón – de ideas, consejos, combinaciones y platos donde este tesoro amarillo se convierte en un comodín.
Si llegaron acá porque se andaban preguntando qué cocinar con limón, o con qué combinar limón sin caer en lo de siempre, este es su lugar.
La verdad es que el limón es mucho más versátil de lo que imaginamos. Desde adobos que tiernizan carnes hasta vinagretas que despiertan ensaladas, pasando por salsas que realzan pescados… ¡El abanico es enorme!
El limón tiene esa cosa mágica que puede estar tanto en lo dulce como en lo salado, y en ambos casos, brilla. En lo dulce se luce en budines, tartas, galletitas y postres cremosos como la carlota de limón, que te alegran la vida.
Pero ojo, las comidas con limón no se quedan atrás. Unas gotas de limón bien aplicadas pueden levantar desde un pollo al horno, unas lentejas tímidas y hasta una sopa. La clave está en cuándo y cómo usarlo, el limón puede transformar todo.
Un buen secreto para potenciar el sabor del limón es usar tanto su jugo como su ralladura. ¡Ojo! Solo la parte amarilla, porque la blanca es amarga. La ralladura aporta aroma y sabor de una manera increíble. Otro tip es agregarlo al final de la cocción en algunas preparaciones para que su frescura no se pierda con el calor.
Y si hablamos de marinar, el jugo de limón es un aliado genial. Su acidez ayuda a ablandar las fibras de las carnes y pescados, además de darles un toque de sabor delicioso.
El limón es un comodín de la cocina que se adapta casi a todo lo que le pongas enfrente. Desde un simple arroz con ralladura hasta cosas más jugadas, como un pollo al limón estilo asiático. Es un ingrediente que también te permite ponerte dulce con una tarta de limón fácil, o unas galletitas de limón y avena sin azúcar, para los que quieren cuidarse pero no tanto como para no comer galletitas.
Y si te agarra una tarde desprevenida, ese limón en la heladera te salva para hacer un budín de limón húmedo. Y si lo tuyo es ir por algo más clásico, ese que siempre salva: no podemos olvidar al lemon pie que no falla, y el limón queda increíble.
Lo importante es no tenerle miedo y experimentar con su sabor. Les dejamos algunas de las recetas con limón que pueden encontrar en este blog.
El limón es un gran compañero de viaje. Combina de maravilla con hierbas frescas como el cilantro, el perejil y la menta. En cuanto a especias, el comino, el ajo y el jengibre son excelentes aliados. Y si hablamos de ingredientes, el pollo, el pescado, los mariscos y una gran variedad de vegetales se realzan con su acidez.