¡Hola amigas y amigos de Paulina Cocina! Hoy vamos a hablar de un ingrediente que quizás muchos de ustedes conocen, pero no lo aprovechan lo suficiente: La Escarola que es mucho más que una lechuga con carácter.
En esta guía completa, vamos a explorar las mejores formas de prepararla y como que le pierdan el miedo a su sabor amargo.
Spoiler: es más fácil de lo que parece y el resultado vale totalmente la pena.
Con su toque amargo y su textura crujiente, es una gran protagonista de ensaladas de invierno y platos llenos de sabor. Aquí vamos a revelar todos sus secretos, y al final se van a encontrar con una rica receta de ensalada de escarola para aprovechar todas sus bondades.
Tabla de Contenidos
Sobre la Escarola
La escarola (cuyo nombre científico es Cichorium endivia) es una hortaliza de hoja que pertenece a la misma familia que la achicoria y la endibia. De hecho, a menudo se la confunde con ellas. Su característica más distintiva es su sabor, que tiene un ligero toque amargo que la diferencia de otras lechugas más suaves.
Este sabor particular se debe a la intibina, una sustancia que, además de darle carácter, tiene propiedades digestivas. ¡Así que ese amargor es pura salud! Es una verdura de invierno, por lo que su mejor momento de consumo es entre otoño y primavera.
Tipos de escarola más comunes
Aunque hay muchas variedades, las dos más conocidas en el mercado son:
- Escarola rizada o “frisée”: Es la más espectacular visualmente. Sus hojas son finas, muy dentadas y forman una cabellera enmarañada. El corazón suele ser de un color amarillo pálido, casi blanco, y es la parte más tierna y menos amarga.
- Escarola de hoja ancha o lisa: Como su nombre indica, sus hojas son más anchas, lisas y menos dentadas. Es más robusta y su sabor amargo es un poco más pronunciado. Es ideal para guisos o para quienes disfrutan de sabores intensos.
El gran secreto: Cómo quitar el amargor de la escarola
El sabor amargo es parte del encanto de la escarola, pero a veces puede resultar demasiado intenso. Por suerte, hay trucos muy sencillos para suavizarlo sin que pierda su personalidad.
- El remojo mágico: El truco más efectivo es dejar las hojas en remojo en agua tibia (no caliente) durante unos 5-10 minutos antes de usarla. Esto ayuda a liberar parte de la sustancia que le da el amargor.
- Elegir las hojas correctas: Las hojas más internas y de color más claro (amarillo o blanco) son siempre más suaves y menos amargas que las hojas exteriores, que son más verdes y fibrosas.
- El aliño es clave: Un buen aliño puede equilibrar perfectamente el sabor. Una buena vinagreta de mostaza con miel frutos secos es perfecta para contrarrestar el amargor.
Más allá de la ensalada: 3 recetas con escarola diferentes
Aunque su uso más extendido es en crudo, la escarola cocinada es una auténtica delicia. Su sabor se suaviza y adquiere una textura muy agradable. Si buscas inspiración, aquí tienes algunas ideas que van más allá de la típica ensalada.
- Escarola salteada con ajo y jamón: Una forma rápida y sabrosa de disfrutarla. Simplemente hay que cortar la escarola en trozos no muy pequeños y saltearla en una sartén con un par de dientes de ajo laminados. Cuando esté tierna, se añaden unos taquitos de jamón serrano y se le da un par de vueltas más. ¡Una guarnición perfecta!
- Sopa o crema de escarola: Ideal para los días fríos. Se puede preparar una crema suave rehogando un poco de puerro y patata, añadiendo la escarola y cubriendo con caldo de verduras. Se cocina todo hasta que esté tierno y se tritura. Si te gustan las sopas y cremas, esta te va a encantar.
- Escarola en guisos: La escarola de hoja ancha es fantástica para añadir a guisos de legumbres o patatas (papas). Se incorpora en los últimos 10-15 minutos de cocción para que quede tierna pero sin deshacerse. Aporta un contrapunto de sabor muy interesante.
Esta es la receta que hará que te enamores de la escarola para siempre. Es fresca, crujiente, llena de contrastes y perfecta como entrante o como plato único para una cena ligera.
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Receta de ensalada de escarola con granada y nueces
Rinde: 2 porciones
Tiempo de preparación: 15 min
Ingredientes
- 1 escarola rizada grande
- 1 granada
- Un puñado de nueces
- 50g de queso de cabra o feta (opcional)
Para el aliño:
- 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 2 cucharadas de vinagre de Módena
- 1 cucharadita de miel
- Sal
- Pimienta
Cómo hacer ensalada de escarola y granada paso a paso
- Preparar la escarola: Separar las hojas de la escarola. Desechar las más verdes y duras del exterior. Lavar bien las hojas interiores y escurrirlas a la perfección. Si se quiere suavizar el sabor, dejar las hojas en remojo en agua tibia durante 5 minutos y luego secar muy bien.
- Desgranar la granada: Cortar la granada por la mitad y, sobre un bol, golpear la piel con una cuchara de madera para que los granos caigan solos. Es la forma más fácil y limpia de hacerlo.
- Preparar el aliño: En un bol pequeño o un bote con tapa, mezclar el aceite de oliva, el vinagre de Módena, la miel, la sal y la pimienta. Emulsionar bien hasta que quede una vinagreta ligada.
- Montar la ensalada: En una ensaladera grande, colocar la escarola limpia y seca. Añadir los granos de granada, las nueces troceadas con las manos y el queso desmenuzado (si se utiliza).
- Aliñar y servir: Justo antes de servir, verter la vinagreta sobre la ensalada y mezclar con suavidad para que todos los ingredientes se impregnen. Servir inmediatamente para disfrutar de su textura crujiente.