¡Hola, gente linda! Bienvenidos a Paulina Cocina. Hoy vamos a hablar de una de esas palabras italianas que suenan increíblemente gourmet y deliciosas: stracciatella.
Seguro la habrán visto en menús de restaurantes cool, en pizzas que nos hacen llorar de la emoción o quizás les suena a un sabor de helado. Si están acá, probablemente se están preguntando: “¿Pero qué es exactamente la stracciatella?“.
Sobre la Stracciatella
La stracciatella es un manjar cremoso que vive dentro de la burrata, pero que también puede brillar por su cuenta. Es una mezcla de mozzarella deshilachada y crema de leche (nata) que nace como una forma de aprovechar los restos del queso.
Su textura es suave, su sabor delicado y su versatilidad la convirtieron en la joyita italiana que hoy decora pizzas, tostadas y ensaladas como una reina.
Hoy no sólo vamos a resolver el misterio, sino que les voy a enseñar a hacer stracciatella en casa.
Spoiler: es ridículamente fácil de hacer. Vamos a desmenuzar (literalmente) este tema, a entender por qué no es lo mismo que la burrata y a descubrir por qué se va a convertir en su nuevo ingrediente favorito.
Un poquito sobre la historia de la stracciatella
El stracciatella cheese, como muchas genialidades de la cocina italiana, nació de la necesidad de no desperdiciar nada.
Proviene de la región de Puglia, el “tacón” de la bota de Italia, una zona famosa por sus quesos frescos. Los queseros, al hacer mozzarella, se encontraban con trozos y restos que no tenían la forma perfecta.
¿Qué hicieron? En lugar de tirarlos, los deshilacharon (stracciato significa “deshilachado” o “roto” en italiano) y los mezclaron con crema de leche fresca. El resultado: un queso cremoso italiano suave, sabroso y absolutamente adictivo de la cocina pugliese.
El tip infalible para una stracciatella cremosa
El gran truco, el que separa una stracciatella común de una que te cambia la vida, está en la calidad y la temperatura.
Necesitan una mozzarella fresca de buena calidad (si es de búfala, mejor que mejor) y una nata (crema de leche) con un buen porcentaje de grasa (mínimo 35%).
Pero lo más importante es que la nata debe estar fría de la heladera y la mozzarella recién deshilachada. ¡No mezclar en caliente! La magia ocurre cuando los hilos de mozzarella tibia se bañan en esa crema fría, creando un contraste de texturas y temperaturas perfecto.
4 Puntos clave de la stracciatella
- Textura: Es su seña de identidad. Una mezcla de hilos de queso mozzarella suspendidos en una crema de leche espesa.
- Sabor: Delicado, lácteo y fresco. Mucho más suave y rico que una mozzarella sola gracias a la crema.
- Stracciatella de burrata: Es el relleno de burrata, el corazón cremoso.
- Versatilidad: Es increíblemente versátil. Va bien con salado (pizzas, tostadas, ensaladas) y hasta con dulce (higos, miel).
Diferencia entre stracciatella y burrata: la gran duda resuelta
A ver, que no cunda el pánico. Es la duda más común del mundo y es súper fácil de entender. Imaginen un bombón de chocolate con relleno de licor.
- La stracciatella es el relleno: esa mezcla gloriosa de mozzarella deshilachada y crema.
- La burrata es el bombón completo: una bola de mozzarella fresca que por fuera es sólida y por dentro esconde la stracciatella.
Cuando cortan una burrata, todo ese relleno cremoso (la stracciatella) se derrama. Así que, en resumen: toda burrata tiene este queso dentro, pero la stracciatella puede existir por sí sola. ¡Misterio resuelto! Ahora pueden ir por la vida explicando esto y quedando como expertos.
No toda la stracciatella es queso ¿La stracciatella es un queso, un sabor de helado o una sopa?
Para complicar un poquito las cosas, los italianos usan la palabra “stracciatella” para otras dos cosas. Pero no se preocupen, son fáciles de diferenciar.
- Helado stracciatella: Es un helado a base de leche, nata y vainilla al que, durante el proceso de mantecación, se le vierte chocolate fundido. El chocolate se solidifica al contacto con el helado frío y se rompe en trocitos irregulares. Esos “hilos” o “trocitos rotos” de chocolate son los que le dan el nombre de stracciatella.
- Stracciatella in brodo, la sopa: Esta es una sopa típica del centro de Italia, especialmente de Roma. Consiste en un caldo de carne caliente al que se le vierte una mezcla de huevo batido con queso parmesano, perejil y nuez moscada. Al entrar en el caldo caliente, el huevo se cocina formando unos “hilos” o “harapos” (stracci). De nuevo, el nombre viene de la apariencia “deshilachada”.
Variaciones y usos para tu stracciatella casera
Una vez que tienen su bol de stracciatella casera, el cielo es el límite. Acá van ideas para picada y para inspirarse en el disfrute de este queso cremoso italiano.
- Pizza: Prepara tu pizza casera favorita y, justo al sacarla del horno, ponerle unas buenas cucharadas de stracciatella por encima. El calor residual la templará ligeramente y se mezclará con el resto de ingredientes. ¡Es espectacular!
- Stracciatella sobre una tostada con tomate y anchoas: Un aperitivo italiano de lujo en 5 minutos. Tuesta una buena rebanada de pan casero, frotala con un poco de ajo, ralla tomate por encima, añade un chorrito de buen aceite de oliva, coloca el queso y corona con una o dos anchoas de calidad. ¡Un manjar!
- Stracciatella en ensaladas: Olvídate del queso feta por un día y prueba añadirla en ensalada. Combina genial con rúcula, tomates cherry, higos frescos, duraznos a la plancha y un aliño de vinagre balsámico.
7 Consejos clave para una stracciatella perfecta
- Calidad ante todo: Usar mozzarella y nata frescas y de buena calidad. Es clave para el sabor.
- Deshilachar a mano: No usar procesador. La gracia está en los hilos irregulares.
- Temperatura controlada: El agua para calentar la mozzarella debe estar caliente (80–85°C), no hirviendo.
- Nata fría siempre: Directo de la heladera.
- Sazonar al final: Probar antes de salar, la mozzarella ya tiene sal.
- Consumir el queso stracciatella en el día: Si no pierde su textura.
- Probar variaciones: Limón, pimienta negra, albahaca picada, para los amantes de lo salado. Higos, miel, frutos secos, para los que prefieren el contraste de sabores.
Receta final: Stracciatella casera paso a paso
Rinde: Para un bol generoso (2-4 personas)
Tiempo de preparación: 15 minutos
Tiempo de cocción: No aplica
Ingredientes
- 250g de mozzarella fresca en bola (si es de búfala, mejor)
- 100-150 ml de nata para montar (crema de leche) con 35% de materia grasa, bien fría
- Sal
- Pimienta negra recién molida (opcional)
- Un chorrito de aceite de oliva virgen extra (opcional)
Cómo hacer stracciatella paso a paso
- Preparar la mozzarella: Escurrir bien la bola de mozzarella de su suero. Deshilacharla en un bol en hebras finas con las manos
- Calentar (opcional, para más cremosidad): Si se busca una textura aún más suave, calentar agua en una olla hasta que esté caliente pero no hirviendo (unos 85°C). Sumergir las hebras de mozzarella en el agua caliente durante 30-40 segundos usando un colador. Esto las ablandará. Escurrirlas muy bien.
- Mezclar con la nata: Inmediatamente, verter la nata bien fría sobre las hebras de mozzarella. Remover suavemente con una cuchara. La mezcla se va a volver increíblemente cremosa.
- Sazonar: Probar la mezcla, añadir sal a gusto y un poco de pimienta negra (opcional). Se puede añadir también un chorrito de aceite de oliva para darle más brillo y sabor.
- Servir: Servir inmediatamente.