Bienvenidos y bienvenidas a una nueva receta de Paulina Cocina. Hoy con una receta popular española: el conejo al ajillo, una de esas delicias para chuparse los dedos, porque la mejor forma de comerla es haciéndolo con las manos.
Un plato fácil de preparar, que les gusta a todos y con ingredientes que se pueden conseguir a muy buen precio. Nada más rico que el perfume del ajillo saliendo por nuestra ventana, ¿no? ¡A disfrutarlo!
Una de esas recetas en donde se aplica el ya conocido “menos es más” es el conejo al ajillo, un plato bien sabroso y sencillo que ya es tradición en la gastronomía española. Esta receta cumple con tres características fundamentales: es rica, es económica y fácil de preparar, y lo mejor es que se come con las manos.
Al ser una carne blanca, el conejo es muy saludable. Además es muy accesible, lo que la ha vuelto un ingrediente muy utilizado en la cocina de España, incluso desde la época romana, debido a su abundancia en la Península Ibérica.
Una de las características más destacadas del conejo al ajillo es su sabor intenso y bien aromático. La predominancia del ajo y el agregado de especias le aportan perfume y paladar al plato, especial para los amantes de los sabores fuertes.
Además, al ser una receta de fácil elaboración y muy económica es una opción ideal para cocinar en casa y disfrutar en familia o con amigos.
También es muy común encontrar conejo al ajillo en numerosos restaurantes y bares de tapas de todo el país, porque básicamente este plato nace como tapa y es servido de esta manera en muchos lugares. Esta característica convierte al conejo al ajillo en un plato que es casi un ritual, porque se disfruta con cuatro de los cinco sentidos.
El origen específico del conejo al ajillo se desconoce, pero la realidad es que es una combinación de ingredientes muy populares que se encuentran en diferentes regiones del país.
El conejo es un ingrediente muy común en la gastronomía mediterránea y el ajillo, por su parte, es una salsa a base de ajo y aceite de oliva muy utilizada en la cocina andaluza y en otras partes de España.
Si te interesa realizar otra preparación con conejo, te sugerimos que no te pierdas un plato tradicional de España el gazpacho manchego!
Hay distintas formas de preparar el conejo al ajillo, una de las más populares es la receta sencilla de conejo al ajillo con salsa, en la que el conejo trozado se dora en una sartén con aceite de oliva, luego se retira la carne y en esa base se hace una salsa con el ajo, el vino blanco y las especias elegidas.
Una vez que la salsa está lista, se vuelve a poner el conejo en la sartén y se cocina todo junto hasta que el conejo esté tierno y la salsa se haya reducido. Esta versión permite que la carne quede más hidratada y sea más suave al paladar.
Otra forma es el conejo al ajillo al horno, en la que se colocan los trozos de conejo en una fuente de horno y se prepara una mezcla de ajo, aceite de oliva, vino blanco y especias. Se vierte esta mezcla sobre el conejo y se hornea a una temperatura media durante aproximadamente una hora, hasta que el conejo esté tierno y la piel dorada y crujiente. Sólo hay que cuidar la temperatura del horno para que no se seque la carne.
Ambas versiones son deliciosas y tienen un sabor y aroma únicos gracias a la combinación del ajo y el aceite de oliva. La elección entre una u otra dependerá de los gustos y preferencias de cada persona. En la primera la carne queda más suave y tierna, mientras que en la segunda, además de lo anterior, se puede disfrutar de una piel crujiente.