A veces se nos agotan las ideas para un desayuno saludable. Aunque si tenemos la heladera y la alacena bien provistas de alimentos saludables, la gracia será cómo mezclarlos para encontrar un sabor que nos guste.
Este desayuno saludable lo hice una mañana, para el Doctor, que debía rendir un examen y no había dormido por la noche.
La idea era aportar una cantidad de elementos para que su cabeza pueda seguir funcionando esa mañana, para que no le falle la memoria y para que no lo venza el sueño.
El desayuno suele hacerlo él todas las mañanas pero, solidaria con la situación, me levanté antes para preparar la cosa.
La combinación le gustó. Lo acompañó con su café con leche de todas las mañanas y con unas galletas de salvado. Cuando se las llevé a la mesa, me dijo:
“Te estás pasando”
Me senté, y le recordé con una sonrisa esa estadística de que los hombres en pareja viven más, mucho más que los solteros.
Es por esto.
Los orejones aportan un plus de energía rápido (ideal si harás deporte después), ya que contienen hidratos de carbono simples.
Las nueces son buenas para el cerebro y la memoria: vienen genial si se trata, como en este caso, de ir a dar un examen.
El queso aporta proteínas.
Y la miel da energía y protege, ya que tiene propiedades antisépticas.
1. Cortar el queso y los orejones en trozos y colocar en un bol.
2. Llover con las nueces picadas.
3. Por último, rociar con la cucharada de miel.
