Conociendo el Furancho: patrimonio gastronómico de Galicia

Aló. ¡Sean bienvenidos como siempre a Paulina Cocina! ¿Escucharon hablar del furancho? ¿Son una forma de comercialización, una iniciativa sustentable, un modelo de negocio o simplemente la mejor forma de irse de tapeo y vinos en Galicia? 

Me pareció muy interesante traerles un poquito de información sobre ellos. Vamos a ver de qué se trata.

El origen de los furanchos

Desde siempre el ser humano se unió para comer, beber y hablar. La historia del origen del furancho parece no ser la excepción a todo esto.

Bien ubicado y registrado con su origen en Galicia, se cree que nacieron en tiempos antiguos cuando los campesinos gallegos compartían en sus casas su propio vino casero con amigos y vecinos. 

Tanto para degustación como para consumir el excedente, se armaban reuniones fuera de la casa o en las terrazas aprovechando el clima. Además se conversaba, se bebía y se comía un picoteo de queso y pan, lo importante era el vino.

¿Qué son?

Nacidos como una forma para no desperdiciar la producción del vino casero, mantienen la esencia antigua de ser un local privado dentro de la bodega o vivienda del propietario. En este furancho, los propietarios de las pequeñas bodegas vendían a los habitantes del pueblo, la producción resultante de una cosecha que excedía sus ventas o consumo habitual. 

También puede ser llamado en algunas zonas “loureiro”, nombre común que designa al árbol laurus nobilis del latín laurum, debido a que los bodegueros llamaban a ir a sus establecimientos poniendo una rama de laurel en la puerta. Esta práctica ya no es habitual pero tradicionalmente les quedó la denominación.

Qué significa la palabra

El gallego se jacta de ser ingenioso. Así es que cuando empezaron a detectar en las pequeñas bodegas un sobrante importante de vino que no podían llegar a consumir, empezaron a ofrecerlo en el pueblo convocando a los vecinos y familiares a consumir este vino junto con un tapeo de lo que se produce para consumo mismo del dueño de la casa.

Le pusieron furancho al lugar destinado para tales menesteres porque proviene de la palabra Furo-Ancho (agujero ancho) que se hacía en el barril con el espincho para probar el vino.

Funcionamiento de los furanchos

El furancho es un concepto enogastronómico que permite a lugareños y extranjeros compartir desde un lugar más casero y artesanal la experiencia gallega. 

La zona principal de furanchos es las Rias Baixas, seguida por Betanzos. Pero se han extendido por varios lugares de España.

¿Qué se puede comer?

Debemos tener en cuenta que si hablamos de furancho, hablamos de comer bien, casero y abundante. Ya dijimos que desde sus inicios, a la degustación del vino siempre se sumaba la comida que producían y comían los dueños del lugar. Esto hace que los precios no sean tan altos como en cualquier otro lugar gastronómico.

El sistema que manejan es el tradicional español llamado tapeo. Podemos encontrar platos tradicionales como tortillas de patatas, embutidos de producción local, croquetas, productos de mar como sardinas, calamares, mejillones, etc. Por supuesto que estos platos varían de un lugar a otro porque, como les contaba, la producción es local y casera. No hay carta, solo se consume lo que produce el lugar.

También podemos encontrar postres caseros como leche frita o flan y cerrar la experiencia con café y licores caseros para la sobremesa.

Además de la parte enogastronómica, la belleza de estos lugares radica en la sencillez de su cocina, la decoración y el mobiliario. Cabe aclarar que también uno puede llevarse su propia comida. 

¿Cuándo son los furanchos?

Los furanchos tienen una temporada de funcionamiento que va desde diciembre hasta que termina el verano, pero en muchos casos cierran antes debido a que agotan la provisión de vino sobrante, que es el objetivo de este tipo de establecimientos. 

En estos lugares no se puede tomar otra cosa que no sea el vino abierto de la casa. Un vino joven que se vende hasta que se agote su producción. 

Cómo funcionan en Galicia

Actualmente el furancho es un concepto diseminado por algunos pueblos de España pero, al hacerse masivo y exitoso, se comenzaron a detectar negocios que no poseían sus características tradicionales y otros problemas de ámbito comercial.

Surgieron negocios paralelos que eran bares o tascas tomando el nombre de furanchos para convocar al público desprevenido. El ámbito hotelero comenzó a verlos como una amenaza para los establecimientos reales y legales. Su funcionamiento debía ser regulado.

En el año 2011 hubo récord de producción de vino y la aparición de furanchos legales e ilegales creció de forma desmedida.

Legislación actual en Galicia

En el año 2021 y luego de récords en producción de vino y furanchos, la Junta de Galicia tomó la decisión de elaborar una legislación sobre el tema. La misma dice que:

“Se consideran furanchos los locales utilizados principalmente como vivienda privada pero donde sus propietarios/as venden el excedente del vino de la cosecha propia, elaborado en casa para su consumo particular, junto con las tapas que, como productos alimenticios preparados regularmente por ellos/ellas, sirvan de acompañamiento”.

La Junta de Galicia sigue este tema de cerca para incorporar las modificaciones necesarias para que este concepto tan tradicional pueda trabajar junto a las nuevas y modernas formas de oferta. 

Paulina Cocina
Publicado por
Paulina Cocina