Ustedes quizás las conozcan como tortas fritas… Pero en la mayoría de los lugares se las conoce como sopaipillas. La masa es simple, hacerlas es simple pero como todo dependerá de la mano del cocinero.
Te contamos algunas variantes, algo de historia y todo lo que necesitas saber para embarcarte en esta receta. ¿Lo más importante? Tener cuidado con el aceite al momento de freír, lo demás es pan comido.
Tabla de contenidos
Sobre las sopaipillas y sus versiones
Las sopaipillas son un delicioso y tradicional plato de la gastronomía chilena, conocido por su sabor único y su versatilidad en la mesa. Estas exquisitas preparaciones son muy apreciadas en diversas ocasiones, desde celebraciones familiares hasta festividades nacionales.
Se caracterizan por ser pequeñas porciones de masa frita, elaboradas con ingredientes básicos como harina, agua, sal y a veces calabaza. La masa resultante se corta en círculos o formas geométricas y se fríe hasta obtener una textura crujiente por fuera y suave por dentro. Son a menudo espolvoreadas con azúcar.
Se asemeja a los calzones rotos, pero su masa no contiene ralladura de limón y es más esponjosa. Son muy comunes en los puestos callejeros, generalmente en su versión más simple, y el zapallo fue reemplazado por colorante.
Sopaipillas dulzonas con zapallo
Una variante popular es aquella que incorpora zapallo (calabaza) en la masa. Este ingrediente adicional no solo contribuye a la consistencia y color, sino que también aporta un matiz de dulzura natural. Las sopaipillas con zapallo son una buena opción cuando las calabazas están en temporada y su sabor se intensifica.
Sopaipillas más saludables con manteca
En algunas variantes, se prescinde del uso de manteca en la preparación buscando opciones más saludables o adaptando la receta a restricciones dietéticas. La eliminación de la manteca no solo altera la composición grasa de las sopaipillas, sino que también puede influir en su textura y sabor. A pesar de esta modificación, las sopaipillas sin manteca siguen siendo apreciadas por aquellos que buscan una opción más ligera y saludable.
Los secretos para obtener unas sopaipillas blandas y perfectas
Obtenerlas con una textura perfectamente suave puede depender en primer lugar, de varios factores y técnicas en la preparación y en segundo a la proporción de ingredientes en la masa.
Añadir la cantidad adecuada de líquidos, agua o zapallo (calabaza) en algunas recetas, es esencial para lograr una masa equilibrada que resulte en sopaipillas tiernas. Además, el tiempo de reposo de la masa antes de su manipulación y fritura puede ser determinante. Permitir que la masa repose adecuadamente ayuda a relajar el gluten, lo que contribuye a una textura más suave y ligera.
Otro secreto es la temperatura del aceite durante la fritura. Es crucial mantener una temperatura constante y moderada para evitar que las sopaipillas se cocinen demasiado rápido en el exterior y queden crudas en el interior. Una temperatura de fritura adecuada permite que la masa se cueza uniformemente.
¿De dónde vienen las sopaipillas?
Tienen un origen que se remonta a tiempos precolombinos en América Latina, específicamente en la región andina y mesoamericana. Su historia se entrelaza con la introducción de ingredientes clave como la calabaza y la harina por parte de las culturas indígenas, y posteriormente, la llegada de los conquistadores españoles.
La versión más antigua de las sopaipillas podría datar de la época de las civilizaciones preincaicas, donde el maíz era un ingrediente básico en la dieta. Con la llegada de los españoles, se incorporaron nuevos elementos como la harina de trigo, y la receta fue evolucionando con la introducción de ingredientes europeos.
La adaptación de la masa a base de harina y calabaza se consolidó en la cocina latinoamericana, especialmente en Chile, donde se convirtieron en un ícono culinario. En Argentina se llaman tortas fritas y también son tradicionales en Fiestas Patrias.
¿Los picarones son las sopaipillas peruanas?
En Perú, son conocidas con el nombre de “picarones”, un platillo delicioso y popular que forma parte importante de la rica tradición gastronómica del país. Aunque comparten algunas similitudes con las sopaipillas chilenas, los picarones tienen características distintivas que los hacen únicos en su estilo.
La masa de picarones se elabora a base de zapallo macre, camote y harina de trigo, lo que le confiere una textura suave y un sabor peculiar. Una de las particularidades de los picarones peruanos es su forma que, a diferencia de las sopaipillas, se presentan en forma de anillos, similar a los donuts.
Estos anillos se forman mediante la utilización de moldes especiales y luego se fríen hasta alcanzar un dorado perfecto. Este método de preparación le otorga a los picarones una textura crujiente por fuera y esponjosa por dentro.
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Receta de sopaipillas
Rinde: 12 porciones
Tiempo de preparación: 1 hora
Ingredientes
- 2 tazas de harina de trigo
- 1/2 taza de puré de calabaza o zapallo
- 1 cucharadita de sal
- Agua tibia (aproximadamente 1/2 taza)
- Aceite para freír
- Azúcar para espolvorear (opcional)
Corto y fácil proceso para las mejores sopaipillas
- En un bol mezclar la harina de trigo, el puré de calabaza y la sal. Agregar agua tibia mezclando hasta obtener una masa suave y homogénea. La cantidad de agua puede variar, así que añadir de a poco.
- Amasar la masa unos minutos en una superficie enharinada hasta que esté manejable. Cubrir la masa y dejar reposar al menos 30 minutos.
- Después del reposo, estirar la masa hasta que tenga un grosor de 1/2 centímetro. Cortar con la forma elegida.
- Calentar suficiente aceite en una sartén a fuego medio. Freír las sopaipillas hasta que estén doradas por ambos lados.
- Retirar del aceite y colocar sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Espolvorear con azúcar.
