Aquí van a encontrar las mejores recetas con roquefort, uno de esos ingredientes que, aún agregando solo un poquito, levanta cualquier plato y le imprime personalidad.
Esta selección de recetas está dedicada a los fans de este queso azul, y a quienes alguna vez se preguntaron qué cocinar con roquefort, o con qué combinar roquefort.
Un adelanto: el secreto está en el equilibrio, por eso les dejamos ideas, consejos y secretos para aprovecharlo al máximo.
El universo de las recetas con roquefort es amplio y delicioso. Desde una humilde tostada hasta un solomillo al horno pueden transformarse en manjares dignos de ovación con apenas un trozo.
Lo lindo de las recetas con roquefort es que estamos ante un abanico amplio de posibilidades: va bien en platos fríos, calientes, simples, complejos, vegetarianos o carnívoros. Se luce en salsas, pero también hay comidas con roquefort más simples, como una hamburguesa o una pizza casera.
En las recetas con roquefort no hace falta cocinarlo tanto. Derretido queda suave y elegante, pero si se lo calienta demasiado puede perder esa textura cremosa que lo caracteriza. Lo ideal es añadirlo al final de la cocción o mezclarlo fuera del fuego.
Un buen consejo para las recetas con roquefort es mezclarlo con algo que lo suavice, como crema de leche, o incluso un poquito de queso crema. Así se arma una salsa equilibrada y sabrosa, apta para todos los paladares.
Ahora bien, ¿cuáles son esas comidas con roquefort que podemos preparar sin invadir demasiado? Por ejemplo, las carnes rojas lo adoran, y también las pastas, las verduras grilladas y hasta frutas como las peras o las manzanas.
¿Qué cocinar con roquefort? Una buena opción para el día a día es una pasta con salsa de roquefort y nueces, o un solomillo de cerdo con salsa de roquefort y manzanas. Ahí hay un abrazo de queso que lo envuelve todo.
También va genial con ensaladas, como una ensalada de rúcula, peras, nueces y roquefort. Lo fresco se mezcla con lo intenso y te da una explosión en la boca.
En las recetas con roquefort, las combinaciones son pura creatividad, perfectas para los amantes de lo agridulce. Las peras, las uvas, las manzanas verdes y hasta un chorrito de miel pueden hacer maravillas. También va de la mano con frutos secos, panceta, cebolla caramelizada y carnes magras.
Ahora, en el mundo de las recetas con roquefort, también está “lo que no”. Evitar combinarlo con sabores demasiado ácidos o picantes. El queso ya tiene su propia personalidad, no necesita competencia.
Hacer roquefort en casa no es como preparar una salsa o amasar pan. Se trata de un queso que lleva procesos muy especiales y difíciles de reproducir en casa.
Lo mejor es comprarlo en porciones chicas y frescas, conservarlo bien envuelto en papel manteca o film, dentro de un recipiente hermético, y usarlo en recetas con roquefort (o comerlo de a pedacitos), antes de que invada la heladera con su perfume tan particular.
Aquí van algunas ideas para sacarle el jugo a este ingrediente tan glamoroso: