Bienvenidos a Paulina Cocina! ¿Cómo estuvieron esta semana? Hoy vamos a hacer Carne Mongoliana. Su nombre no tiene que ver con su origen ni sabor y hasta quizás se volvieron tradicionales en otra región.
La receta de carne mongoliana se llama así por estar fuertemente asociada a la cocina mongola en ingredientes y método de cocción, nació en Taiwán y se popularizó en Chile. ¿Qué les dije? Una verdadera receta del mundo. La van a ver parecidas a otras recetas en algunas cuestiones pero la combinación de ingredientes y el resultado final los van a sorprender.
La carne mongoliana es un plato tradicional de la cocina mongola que se ha vuelto popular en todo el mundo por su sabor distintivo y su preparación única. Este plato generalmente se elabora con tiras de carne de res, aunque también puede prepararse con carne de cordero o pollo.
La carne se cocina a fuego alto con una mezcla de ingredientes sabrosos que le confieren su característico sabor agridulce. La combinación de ingredientes frescos y especias da como resultado una experiencia culinaria única que ha ganado adeptos en diversos lugares. La preparación de carne mongoliana es un proceso relativamente sencillo que destaca por su rápida cocción y sabores intensos.
En primer lugar, se cortan tiras finas de carne de res y se marinan en una mezcla que suele incluir salsa de soja, ajo, jengibre, azúcar y vinagre. Este marinado confiere a la carne su característico sabor agridulce y contribuye a su ternura.
Una vez marinada, la carne se cocina a fuego alto en una sartén o wok. La cocción rápida es esencial para lograr un exterior caramelizado mientras se mantiene la jugosidad en el interior de la carne.
Durante la cocción, se suelen agregar cebollas y otras verduras, que aportan textura y complementan los sabores de la carne. La combinación resultante es un plato de carne mongoliana jugoso y lleno de matices.
La carne mongoliana a la chilena es una reinterpretación de este popular plato asiático que ha encontrado su camino hacia la gastronomía chilena. Esta fusión de influencias culinarias destaca la capacidad de la gastronomía chilena para adaptar recetas internacionales, creando versiones únicas de platillos conocidos.
Aunque la base de la receta sigue siendo la carne, típicamente de res, cortada en tiras y cocida a fuego alto con una mezcla de sabores intensos, la versión chilena suele incorporar ingredientes locales para adaptarse al paladar del país sudamericano.
Es común encontrar variaciones que incluyen la adición de ají, cilantro u otras hierbas aromáticas chilenas, dando un toque distintivo a la preparación tanto en sabores como en el emplatado.
La carne mongoliana chilena se sirve a menudo con acompañamientos típicos de la región, como arroz blanco o papas hervidas, que actúan como acompañamiento neutro para equilibrar los sabores intensos de la carne creando una experiencia culinaria que combina lo mejor de ambas tradiciones culinarias.
Esta adaptación de la receta original destaca la capacidad de la cocina chilena para incorporar elementos globales y fusionarlos con ingredientes locales, creando platos deliciosos que reflejan la diversidad y creatividad de la escena gastronómica en Chile. Esta combinación crea una receta que destaca por su simplicidad y delicioso resultado final.
La elección de la carne para la preparación de carne mongoliana desempeña un papel fundamental en la calidad y el sabor del plato final. La elección de cortes magros de carne de res, como solomillo o lomo, es común en la preparación ya que estos cortes tienden a resultar más tiernos tras la rápida cocción a fuego alto.
La marinada, compuesta por ingredientes como salsa de soja, jengibre y ajo, potencia el sabor de la carne, creando una experiencia gastronómica equilibrada y llena de matices.
Sin embargo, la versatilidad de la receta permite también la utilización de otras carnes, como pollo o cordero, ofreciendo opciones para satisfacer diferentes preferencias culinarias.
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Rinde: 4 porciones
Tiempo de preparación: 50 minutos