¡Bienvenidos y bienvenidas a un nuevo viaje culinario en Paulina Cocina! En esta travesía vamos a recorrer el maravilloso mundo del dim sum, una gran diversidad de bocados con mucho sabor y estilo que nos regala la gastronomía oriental.
En esta nota exploraremos el universo de esta creación cantonesa, desde su historia y significado, hasta las variadas opciones que existen para saborear, para que puedan descubrir qué hace que estas pequeñas delicias sean tan especiales ¡A viajar!
Antes de sumergirnos en la historia y las variedades de este bocado empecemos por lo básico. El término “dim sum” se traduce literalmente como “toque al corazón” en chino y este nombre no podría ser más apropiado. Los dim sum, no son un plato, sino una variedad de pequeños bocados que, como su nombre sugiere, tocan el corazón de quienes los prueban.
Son una auténtica fiesta para el paladar, compuestos por una amplia gama de pequeñas delicias culinarias, que van desde dumplings rellenos hasta pasteles al vapor y rollitos de primavera.
La historia de este bocado se remonta a la antigua Ruta de la Seda en China. Aunque no existe un consenso absoluto sobre su origen, se cree que estos deliciosos bocados se originaron en las casas de té de la región de Cantón, donde los viajeros y comerciantes se detenían a descansar y disfrutar de una taza de té.
Fue así que las casas de té comenzaron a servir pequeños aperitivos para acompañar el té, lo que marcó el inicio de la tradición del dim sum. A medida que la cultura china se expandía por el mundo, también lo hacían los dim sum. Hoy en día, estos bocados son populares en todo el globo, desde Norteamérica hasta Europa.
El dim sum es un verdadero reflejo de la cocina china, con una fuerte influencia de la región de Cantón. Los sabores son variados y a menudo incluyen combinaciones de sabores tanto dulces como salados.
El dim sum es mucho más que una simple comida; es una experiencia culinaria única que combina sabores, texturas y tradiciones. Desde su humilde origen en las casas de té chinas hasta su popularidad global, han conquistado los paladares y corazones de quienes buscan una experiencia gastronómica inolvidable.
Una característica distintiva de los dim sum es su versatilidad y su capacidad de adaptarse a diferentes gustos. Los ingredientes varían pero algunos elementos comunes incluyen cerdo, camarones, cangrejo, champiñones, bambú y verduras de hoja.
Los sabores se realzan con salsa de soja, vinagre de arroz, aceite de sésamo y otros condimentos tradicionales de la comida china. La presentación también es importante, ya que los dim sum suelen ser visualmente atractivos y apetitosos.
Los tipos de cocción también son muy variados, y pueden hacerse al vapor, a la plancha, fritos o hervidos, acompañados con o sin caldo.
La preparación de dim sum es una obra maestra en sí misma, y su elaboración es una combinación de arte y ciencia. Cada variedad requiere una técnica específica para dar forma a la masa, rellenarla, cerrarla y cocinarla.
Los ingredientes se seleccionan cuidadosamente para garantizar la frescura y la calidad, lo que se traduce en sabores excepcionales. Toda una experiencia para disfrutar en un buen restaurante de comida china o cantonesa y, por qué no, para animarse a preparar alguna de las numerosas variedades en casa.
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La diversidad de los dim sum es asombrosa, ya que estos bocados se pueden disfrutar en varios momentos del día. Los cocineros chinos han desarrollado una gran variedad de recetas a lo largo de los años y la elección es casi interminable.
Algunas de las variedades que se pueden encontrar en los menús de los restaurantes chinos y de dim sum en todo el mundo son: